Así se gestó la primera peña femenina del flamenco

Esa peña solo de hombres, la que sus estatus no permitían mujeres como socias, es, precisamente, la decana de la provincia (formada en 1972). Su cuadro de cante tiene mucha fama y sus academias de cante, guitarra y de baile -esta última dirigida por Matilde Coral y Rafael el Negro– son de los más concurridas. Por sus Viernes Flamencos han pasado Rancapino, Caracolillo de Cádiz, José Tomasa… y un largo etcétera de reconocidos artistas.

Pero, como hemos adelantado, de féminas en su organización, nada. Fueron 13 las que optaron por ayudar en la promoción del flamenco a su manera, desde su propia peña femenina (no feminista) inspiradas por otras mujeres exitosas del cante, como La Niña de los Peines. Y a lo largo de su andadura, han llegado a tener hasta hasta 100 socias.

Para estas mujeres que no pudieron entrar en la peña de sus parejas, era muy importante ser partícipes de una experiencia completa alrededor del flamenco. Algunas, como cantaoras aficionadas; todas, como grandes apasionadas de los fandangos de su tierra.

Cantando fandangos

El interés especial por el cante de varias socias se concretaría en un cuadro especializado en fandangos y otros palos tradicionales. Y este cuadro será un éxito, invitado constantemente para fiestas, conciertos, homenajes, galas y eventos de todo tipo, incluso fuera de la capital onubense. 

Además, ha sido y sigue siendo una peña muy activa en cuanto a la programación de actividades en su sede, celebran anualmente un concurso femenino de fandangos y han grabado varios discos.  

Una peña femenina y una pequeña revolución

Hacia 1988, todas las peñas de las provincia, incluyendo aquella que no las admitió en su momento, aceptaban mayoritariamente a mujeres. Fue en ese año, cuando la mencionada «peña de hombres» invitaría al cuadro de cante de las chicas a los «viernes flamencos». Fue el principio de otra manera de ver las cosas, un pequeño gesto lleno de significado.

Peña Flamenca Femenina de Huelva