El urban flamenco ha aterrizado con fuerza en nuestras vidas reflejo de un nuevo mestizaje al que el arte flamenco se somete cada cierto tiempo. La pregunta que nos hacemos en ALL FLAMENCO es qué tiene de especial este estilo de música flamenca que arrasa entre los más jóvenes.
Desde sus humildes comienzos en las calles de Andalucía hasta sus elaborados espectáculos en los teatros más espectaculares, el flamenco ha demostrado ser una forma de arte vibrante y emocionante que sigue evolucionando con el tiempo.
Fruto de su constante presencia cultural, resistente al paso de las décadas, su música se ha ido mezclando con otros estilos artísticos con los que le ha tocado convivir. Y tal y como un día la rumba catalana se hizo hueco a manos de Peret o El Pescaílla -o de Estopa, si navegamos en la música más actual-, el urban flamenco, fusión con rap, trap y reggae, con nombres como Rosalía u Original Elías a la cabeza de este fenómeno, tiene «pinta» de que ha llegado para quedarse.
¿De dónde viene este flamenco urbano?
Vayamos al principio. El flamenco es una forma de arte única que se distingue por su complejidad y su intensidad emocional. La música y la danza del flamenco se basan en un ritmo complejo que se toca en una guitarra española, fundamentalmente, mientras que el baile es conocido por su energía, pasión y precisión. También se caracteriza por su estilo de canto, lleno de emotividad, y su capacidad para transmitir tanto el dolor como la alegría de la vida.
Así llegamos al flamenco urbano, con sus técnicas de baile y música específicas que conforman un estilo propio. En esta música de rabiosa actualidad, se combinan el flamenco tradicional con elementos de la música más moderna.
Aunque pueda sonar muy innovadora en este siglo XXI (Rosalía afirmaba cuando lanzó su segundo disco en 2018: «Siento que la música que estoy haciendo es muy experimental y muy radical»), se podría situar su origen en los 70, cuando los ritmos gitanos se unieron con funk y disco en las propuestas de grupos como Las Grecas o Los Chorbos.
En 2017, nació un festival de trap y flamenco llamado Urban Gypsy Jam que concentraba en distintas salas madrileñas el flamenco de origen gitano con tendencias musicales payas, o así lo describían sus promotores. Hasta el 2022, han repetido citas con este flamenco urbano cada año. Para el 2023, no hay todavía calendario.
Un futuro ¿incierto?
Para muchos, los artistas de flamenco urbano están llevando el baile a nuevas audiencias y están ayudando a mantener viva la tradición del flamenco en el siglo XXI. Con el tiempo, es probable que el flamenco urbano siga evolucionando y adaptándose a los gustos cambiantes de las audiencias de todo el mundo. Pero como todas las tendencias, hay que esperar a que pase el entusiasmo que genera el que esté de moda para comprobar si cuaja o se queda en algo pasajero.
Este verano se celebrará la segunda edición del Sotogrande Music Festival, el evento gaditano emergente que volverá a reunir a grandes artistas de muy diversos estilos, que abarcan desde sabores más tradicionales como la copla o la canción española, hasta la enérgica actualidad de géneros como el pop urbano o el rap.