Justo en otoño, bajo temperaturas que rondan unos suaves 18 ºC, los colores tiñen las costas de dorado y las fragancias del membrillo impregnan los huertos, se crea el ambiente propicio para vivir un flamenco de sensaciones y emotividad. ¿Nos acompañas?
Tras el bullicioso y vivaz verano, Andalucía se vuelve más íntima durante la estación otoñal. Es un magnífico momento para un turismo rural, gastronómico y, claro, musical, que disfrutar con los 5 sentidos. De punta a punta, te proponemos estos pequeños paraísos para vivir las alegrías que esta comunidad autónoma te ofrece. Con flamenco, claro…
Morón de la Frontera: paraíso en la tierra para el flamenco
Y en este caso, lo de paraíso es muy real. En el Morón de los 60 y 70, se montó una especie de comuna flamenca por la que pasaron muchas de las grandes figuras del momento. Y no solo. El amor de Japón por el flamenco deviene de esa época, por ejemplo. ¿Qué sucedió en esa localidad sevillana?
Por un lado, su tremenda historia flamenca. En este pueblecito de casitas blancas por la cal, nació el llamado toque “a cuerda pelá”, que es el de los picados a pulgar. El creador fue Diego el Gastor (1908-1973) que, aunque era malagueño, se crio en este lugar de la sierra sur de Sevilla. El toque de Morón es ya un estilo referente para tocaores de España y de todo el mundo.
Morón es también la tierra de Silverio Franconetti (1831-1839), uno de los cantaores más poderosos y completos del flamenco.
Por otro lado, esta localidad, aun bajo la dictadura, acogió una de las primeras bases norteamericanas (1953). Con ellas, apareció un trabajador militar llamado Don Pohren (1931-2007), autor de “Una forma de vida” en el 62, toda una filosofía del flamenco premiadísima dentro y fuera de nuestras fronteras.
Este guitarrista y flamencólogo, al que enamoró el arte de Carmen Amaya cuando la conoció en México, se unió a su admirado Diego el Gastor para dar clases de auténtico flamenco a americanos y otros extranjeros. Su libro, un superventas, los atraía como la miel.
Y la finca que reformó para convertirla en centro flamenco (el Espartero), el centro de actuaciones y continua juega artística. Fernanda de Utrera y su hermana Bernarda de Utrera, Fernandillo, el Niño Rosa, Anzonini, Manolito de María, Perrate de Utrera, Antonio Mairena… Pohren fue también biógrafo de Paco de Lucía.
Su obra es un canto a una manera de vivir el flamenco más allá de las notas. Este paraíso flamenco acabó con la muerte de Diego del Gastor en 1973.
Pero Morón ha conservado esa manera de sentir el arte gitano de la zona. Así que, tras estas líneas de contexto, animamos a visitar los bares donde estas mentes creativas se reunían para encontrar el duende flamenco. En el Círculo mercantil tuvieron lugar muchos de ellos, así como en Casa Pepe (ya desaparecida), Bar Alemán o la Tertulia El Gallo. Y dejarse llevar, que hay mucha historia.
Sanlúcar de Barrameda: paraíso oficial
No. No lo decimos nosotros, sino un ranking elaborado por el periódico británico The Telegraph tras seleccionar los 20 pueblos más bonitos del país. Por sus “elegantes puertos, playas tranquilas, magníficos restaurantes de mariscos y edificios encalados adornados con buganvillas”, el número 1 es Sanlúcar de Barrameda, la tierra del virtuoso de la guitarra, Manolo Sanlúcar. Aconseja la publicación “devorar un plato de suculentos langostinos de Sanlúcar antes de tomar el ferry que cruza el río hasta la gloriosa franja de arena dorada que flanquea la reserva natural de Doñana”. Compartimos la sugerencia, y añadimos la de ir al bar de Guille Muñoz (Astronautas), familiar del maestro. Promete buenas tapas y flamenco del bueno.
Atardeceres en Andalucía, paraísos efímeros
Las playas andaluzas están consideradas entre las mejores del mundo. En casi todas las listas de los Travelers’ Choice, que votan los usuarios de TripAdvisor, suele estar la famosa Playa de Bolonia, en Tarifa. O la gaditana Zahara de los Atunes, Calahonda (de Granada), Matalascañas, en Huelva… Estas y otras decenas más de playas y calas de Andalucía son merecedoras de una visita, difícil elegir una sola.
En otoño, con menos bañistas, es aún más fácil de pasear por ellas y disfrutar con tranquilidad de los atardeceres. Por eso, la de Bolonia, que es una maravilla pero que suele tener bastante afluencia de gente, la vas a disfrutar en todo su esplendor en otoño.
Cerca de Doñana, se localizan las pocas playas vírgenes que van quedando en España; es muy tranquila la playa de Nueva Umbría, en el paraje natural «Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido”, con cerca de 15 km de blanca arena y bellas puestas de sol.
Pero ya que lo nuestro es el flamenco, ¿qué tal una visita a la playa del Rinconcillo algecireños? Es la playa de la infancia de Paco de Lucía y donde tuvo casa ya en la madurez. Una casa que se llenaba de artistas como su propio hermano, Pepe de Lucía, Malú, Alejando Sanz…
Hoy, se vive allí el flamenco en chiringuitos y bares que recuerdan al maestro del toque en su hilo musical o con conciertos en directo. De arena fina y aguas cristalinas, sus vistas del Peñón de Gibraltar son buenísimas. Paco le dedicó un tango.
Hablando de destinos flamencos, por si quieres visitar los lugares de sus escapadas, sabemos que la Llave de Oro del Cante, Fosforito, pasea por playas malagueñas como La Carihuela, urbana y tranquila. También en Málaga, Estrella Morente disfruta de la bella playa de Maro, pero también adora la costa de Almuñécar (Granada), donde atesora recuerdos de su infancia.
Alegrías en Andalucía: un Jerez con el palo que le va
El vino de Jerez y el flamenco se unen en gran parte de la historia de este género de Andalucía. En el origen y desarrollo de los tabancos que os desgranamos en este artículo puedes ver el porqué.
El tabanco de San Pablo es uno de esos lugares de unión. Es uno de los más antiguos de la ciudad, de 1934, y aún sirven los vinos directamente de la bota. Es habitual ver a los lugareños tomar una tapa de su famosa tortilla de patatas o de “choriloso”, un chorizo al vino que es un emblema de este tabanco.
O ver a artistas de la zona que, de repente, se arrancan por una bulería. Pasaron por allí Camarón de la Isla o Paco Cepero, así que se nota el duende.
A modo de experiencia, si se va a un tabanco, el Consejo Regulador de los vinos de Jerez, vinos que se degustaban (y se degustan) en los tabancos al calor del son flamenco, propone una armonía para cada vino y palo flamenco:
- maridar un palo cortado con la intensidad de la seguiriya o seguidilla;
- el oloroso, un vino añejo, con la experiencia de vida tras una soleá: y,
- la bulería de Jerez con la frescura de un vino fino.
Esta manera de “beber flamenco y oír vino”, como muchos llaman a esta interesante experiencia sinestésica (sensorial), es parte de conferencias y demostraciones de grandes estrellas Michelin. Como la que recoge este vídeo del gran Josep Roca (del restaurante gerundense Celler de Can Roca, entre los mejores del mundo) a ritmo de la guitarra jerezana de Diego del Morao. Esperemos que sea un buen broche final a esta Andalucía de paraísos.
Catálogo de Playas de Andalucía
Visor del Catálogo de Playas – Junta de Andalucía (juntadeandalucia.es)
LXS Astronautas
C. Pirrado, 22, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Real Bodega de la Concha, González Byass
C. Desconsuelo, 1, Jerez de la Frontera, Cádiz
Bar Alemán
Paseo la Alameda, 9, Morón de la Frontera, Sevilla
Tertulia Flamenca El Gallo
C. Calzadilla, 8, Morón de la Frontera, Sevilla
Tabanco de San Pablo
C. San Pablo, 12, 11401 Jerez de la Frontera, Cádiz
Bodega Santa Petronila
Carretera del Calvario, km. 3,5, Sevilla