Zambomba Flamenca: A Genuine Christmas Party

It is not the only zambomba, but the so-called flamenco zambomba is typical of Jerez de la Frontera. It is a festival that starts from the one that was originally born in Baja Andalusia but that, in Jerez, has adapted flamenco as its main music.

It is considered the most genuine expression of Christmas in Jerez because of its coexistence and participation, which are its hallmarks along with those flamenco rhythms.

In fact, these days a proliferation of zambombas begins in all corners of the city that is counted in the hundreds.

Experiencing them up close is a unique experience. But, for now, we’re going to tell you where they come from and what makes them so special.

Origin of the zambomba

As is often the case with many popular traditions, it is not so clear when and how the zambomba festival began. The fact that it is called “zambomba” has to do with the main instrument with which the meeting is enlivened (you will talk about it below), which is present in a very similar way in other European cultures and that can even be sought in the African traditions of several centuries ago. In this article he explains it very well.

Las zambombas andaluzas tienen su propia personalidad. Se las sitúa alrededor del s. XVIII en zonas rurales de Arcos y Jerez de la Frontera, en Cádiz. Vecinos, amigos, familiares y allegados, se reunían en los patios y corrales de las casas para socializar y luchar contra el frío de esas fechas. Alrededor del calor de las hogueras y cocinas, donde se preparaban dulces y otras viandas para los allí reunidos, se acababa cantando y bailando.

Es una de las pocas celebraciones populares que mantiene un repertorio que abarca desde romances moriscos hasta coplas octosilábicas sueltas, según explica Belén Moreno Gil (Universidad Internacional de Andalucía).

Y también es un encuentro en el que no puede faltar la gastronomía tradicional, con especial acento en dulces como los pestiños, y bebidas de la zona, como anís y vinos jerezanos.

Cuándo aparece la zambomba flamenca

Siendo Jerez una de las principales cunas del flamenco, no es de extrañar que los compases de la zambomba acabaran aflamencándose. Y esto es lo que hace singular a la fiesta jerezana. Numerosos artistas de los años 30 empezaron a sacar sus versiones de villancicos populares, y entre los ritmos de las zambombas y los discos navideños, en esa localidad, la zambomba es flamenca casi en su totalidad.

En Arcos de la Frontera sí se han conservado estilos más originarios, como los romances, y el flamenco no está casi presente. En este vídeo se explican estas diferencias.

¿Por qué se llama zambomba?

Como se ha adelantado líneas antes, el instrumento de la zambomba es el que da nombre a la fiesta. Se trata de instrumento de percusión que consta de un cuerpo cilíndrico y un parche de piel de cabra o plástico en un extremo. Para tocar la zambomba, se golpea el parche con las manos (que tienen que estar húmedas) o con palos.

Ese cuerpo de la zambomba es, generalmente, el barro, y la hay más pequeña y más grande, dando sonidos más agudos o graves, respectivamente.

También están presentes otros instrumentos como el almirez, la pandereta, la sonaja o la botella de anís, que, gracias a sus estrías, tiene un característico sonido.

Aunque puede parecer un instrumento sencillo, la zambomba es bastante difícil de tocar Al necesario ritmo ante cualquier instrumento, se une que hay que tener fuerza. Lo habitual es que los “tocaores” se vayan pasando esta responsabilidad cada cierto tiempo para que las manos descansen.

En peligro de extinción

Con el abandono de las zonas rurales en los años 60 y 70 del siglo XX, la fiesta de la zambomba estuvo a punto de desaparecer. Dos acontecimientos devuelven el brillo a esta tradición: la producción del primer disco de la colección Así Canta Nuestra Tierra en Navidad (1982), que estaba auspiciado por la ya desparecida Caja de Ahorros de Jerez, y la creación del Coro de la Cátedra de Flamencología, protagonista de ese primer vinilo.

Así Canta Nuestra Tierra en Navidad acabó saliendo anualmente hasta el año 2011. Parrilla de Jerez estuvo entre sus precursores. El director de la colección discográfica fue Juan Pedro Aladro, que contaba en una entrevista a la revista de la Cátedra que La Paquera había inspirado la idea.

En esos discos aparecerían desde Rocío Jurado a Carmen Linares, pasando por Juan Villar o Terremoto.