El flamenco es un universo sonoro y emocional que se expresa a través de sus distintos «palos»: estructuras musicales con identidad propia, cargadas de historia, ritmo y sentimiento. Aunque se reconocen más de 50 palos distintos entre artistas y estudiosos, en este primer capítulo ofrecemos una introducción general a los más representativos, estructurados en tres dimensiones clave: historia, métrica y emoción.
Esta serie continuará explorando cada palo de forma individual, desvelando sus matices y mostrando actuaciones del catálogo de ALL FLAMENCO.
1. Historia de los palos flamencos
Los palos flamencos surgieron de la mezcla de culturas en Andalucía: gitana, árabe, judía y andaluza. Con el tiempo, estos estilos se organizaron en estructuras reconocibles que hoy forman el corpus del flamenco. Aunque existen más de 50 palos, se pueden agrupar por familias y antigüedad:
- Palos madre: Soleá, Seguiriyas, Toná, Romance
- Palos derivados: Alegrías, Buleréas, Tientos, Tanguillos, Farruca
- Palos folklóricos adaptados: Fandangos, Sevillanas, Garrotín
- Palos libres: Saeta, Martinetes, Carceleras
Cada palo tiene su contexto histórico: unos nacieron en el cante a palo seco, otros en los cafés cantantes del siglo XIX, y otros evolucionaron en festivales o tablaos modernos.
2. Métrica y compás de los palos
La métrica flamenca se rige por el compás, es decir, el ciclo rítmico que estructura el palo. Según el compás, los palos se clasifican en:
- Compás binario o 4/4: Tangos, Tientos, Fandangos
- Compás ternario o 3/4: Sevillanas, Farruca
- Compás de amalgama (12 tiempos): Soleá, Alegrías, Buleréas, Cantiñas
- Palos libres (sin compás fijo): Toná, Saeta, Martinetes
Cada palo tiene una acentuación rítmica particular. Por ejemplo, la bulería se acentúa en tiempos irregulares que generan su carácter juguetón y veloz, mientras que la soleá es lenta y solemne.
3. Emoción y expresividad
Los palos también se distinguen por la emoción que transmiten. Algunos nacen del dolor y la tragedia; otros celebran la fiesta y la pasión:
- Palos profundos (jondos): Seguiriyas, Soleá, Martinetes
- Palos festivos: Alegrías, Tangos, Buleréas, Cantiñas
- Palos narrativos o melódicos: Fandangos, Malagueñas, Tarantas
- Palos religiosos o solemnes: Saetas, Carceleras
El carácter emocional de un palo define su interpretación vocal, el estilo del baile y la composición de la guitarra. Así, la alegría tiene un aire abierto y luminoso, mientras que la seguiriya se canta casi con lamento.
Palos flamencos principales (listado general)
- Soleá
- Seguiriyas
- Alegrías
- Buleréas
- Tangos
- Tientos
- Tarantos
- Fandangos
- Malagueñas
- Granaínas
- Cartageneras
- Cantiñas
- Peteneras
- Toná
- Martinetes
- Saetas
- Carceleras
- Romances
- Garrotín
- Farruca
- Sevillanas
- Zambra
- Cantes de ida y vuelta (guajiras, milongas, colombianas)
Próximo capítulo:
Capítulo 2: Las alegrías – historia, compás y alegría escénica
Escucha y siente cada palo en el canal ALL FLAMENCO: https://allflamenco.net/