Hacemos un repaso a los distintos tipo de voz asociadas al flamenco y su relevancia en el cante. Más allá de clasificaciones subjetivas, la apreciación de las voces se rige por una base científica.
El cante flamenco es un arte que se caracteriza por una gran carga emocional y los intérpretes y sus voces tienen mucho que ver en la transmisión de los sentimientos.
Comúnmente, para referirnos a las distintas voces, se han utilizado adjetivos como rotas, gitanas, jondas o aterciopeladas. Métodos científicos permiten categorizarlas de forma más precisa en función del timbre, del volumen, del rango vocal, de tono o de la ubicación del sonido en el cuerpo.
María Terremoto tiene una voz que para muchos es perfecta para la copla; El Zambo es conocido por su voz jonda y agitanada.
Análisis subjetivo de los tipos de voz en el flamenco
En 1963, el cantaor Antonio Mairena y el filósofo Ricardo Molina escribieron a cuatro manos el libro Mundo y formas del cante flamenco, una obra que se sentó las bases de la flamencología moderna. Considerado el libro como una auténtica enciclopedia del flamenco, recogieron las definiciones de distintos tipos de voces.
La voz afillá tomó su nombre del cantaor gitano Antonio Ortega El Fillo, que mostraba una voz grave, ronca y recia, al parecer apropiada para la bulería, la toná o la soleá. La llamada voz redonda o flamenca se refiere a una voz dulce; la voz cantora corresponde a las voces rítmicas y flexibles. En su momento, este tipo de voces se atribuyó a la mayoría de las artistas flamencas, aunque esta clasificación generó debate, ya que no todas las voces femeninas eran iguales.
Otra denominación correspondía a la voz de falsete, en general, poco útil para el flamenco, aunque idónea para los palos más suaves. Por ejemplo, los cantes de ida y vuelta: rumba, guajira…
Con los años, otros flamencólogos fueron añadiendo definiciones más allá de las marcadas por Mairena y Molina. Categorías como la voz laína, que se corresponde con voces finas, ligeras y suaves; la rancia, referida a voces oscuras, arenosas y cavernosas; o, la voz rajá, similar a la rota y que suele corresponder a palos más desgarrados fueron haciéndose un hueco.
Tipos de voces siguiendo un criterio científico
En los últimos años ha habido iniciativas para clasificar las voces en base a categorías de cante preestablecidas para otros géneros. La logopeda Mónica Miralles y la cantaora e investigadora Alba Guerrero, publicaron un artículo en el que proponían, más que tipos de voces, tendencias respecto al timbre de voz. Entre ellas, destacan:
- Predominio de nasalidad pura-estridente
- Predominio de falsete (definición clásica)
- Predominio del timbre soplado
- Roto (varios tipos)
- Grito (Belt)
- Aflamencado vs Flamenco
También la cantaora Rocío Márquez dedicó su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla a ahondar en La técnica vocal en el flamenco: fisionomía y tipologías, en las que el cante es analizado desde una perspectiva científica y menos emocional.
¿Cuál es la conclusión que podemos sacar de todo esto? Seguramente, no hay voces idóneas para el flamenco. Cualquier buen cantante puede adaptarse al cante y, dependiendo el momento, también puede modular su voz para hacerla más adecuada a cada palo.