En una de las calles con más solera, esta sombrerería aguanta la competencia a base de calidad y pocos cambios. Su ubicación, en un edificio art decó, hace las delicias de los turistas y sus modelos de ala ancha las de los visitantes de ferias y romerías.
Federico y Juan, cuñados, montan esta tienda en el centro de Sevilla influenciados por un viaje a Cuba del primero. Fue la primera sombrerería de la capital hispalense y, a día de hoy, la última que queda. Curiosamente, Sevilla fue una de las ciudades más importantes a finales del XIX y principios del XX en cuanto a producción de sombreros. Era muy conocida la fábrica de piezas de fieltro Fernández y Roche, firma que hoy forma parte de otros especialistas en adornar la cabeza, de los que ya os hablaremos.
Los dueños son ahora la quinta generación, y entres sus clientes atienden a una mezcla de turistas entusiasmados con el aspecto de la tienda y clientes muy fieles que no faltan, sobre todo, en temporada de la Feria de Abril. Y entre ellos, alguna que otra estrella de cine, torero famoso o artista flamenco.
Sombreros artesanos y exclusivos
Su oferta es de más de 1.000 sombreros de todo tipo: sombreros de ala ancha para ferias y romerías (es lo más vendido); de lana y fieltro para el invierno; de tela y paja panamá para el verano. Algunos llegan exclusivamente de París, otros de Ecuador y todos son artesanales.
El local, situado en el bajo de un precioso edificio modernista, se reparte en unos 30 metros cuadrados, con una escalera de caracol que enlaza tres plantas. A todo el mundo le resulta curioso que no tengan mostrador y le encanta ver las cajas de sombreros de hace décadas por el suelo y rincones. Todo esto es parte del encanto, y los dueños lo saben: no cambiar nada le ayuda a seguir teniendo éxito. www.maquedano.com