Las seguiriyas se consideran la quintaesencia de la jondura, un palo de los vertebrales del flamenco, con extensos matices por regiones y cantaores. Vamos a conocerlas un poco mejor.
Tienen un origen incierto. Parece ser que ya se cantaban ya en el siglo XVIII, aunque aquellas seguiriyas eran cantes de plañideras, de ahí que se llamasen también «playeras».
Su principal característica es que las seguiriyas son el cante de la pena, con estilo dramático, letras tristes y trágicas, aunque presentan una variedad estilística extensísima. Por ejemplo, no son iguales las llamadas seguiriyas de Triana, las de Jerez o las de Cádiz y los Puertos. Por cierto, Jerez y Cádiz son las dos zonas de su origen.
Cantaores por seguiriyas
Aunque depende del estilo concreto, el título del cantaor exponente de este palo podría darse a Silverio Franconetti, considerado también por muchos expertos como el mejor cantaor de todos los tiempos. Este sevillano les dio unas dificultades interpretativas tales que eso ha hecho que su escuela haya casi desaparecido.
Tomás Pavón fue un maestro del cante por seguiriyas de Triana, mientras que Juan Junquera, el Marrurro, Manuel Molina, Paco La Luz, El Loco Mateo y Joaquín la Serna, lo son de la de Jerez. De las de Cádiz, el Mellizo, Enrique el Gordo y Curro Durse.
Otros que se han lucido o se lucen en este palo son Manolo Caracol, Antonio Chacón, Pepe Torres, Pastora Pavón y Antonio Mairena.
Baile y guitarra por seguiriyas
En el baile, tuvieron una incorporación tardía, entrado el siglo XX. Se considera a Vicente Escudero su implementador en 1939; a Pilar López, una de las primeras en interpretar el baile por seguiriyas añadiendo los palillos.
Una especificación de la seguiriya (ya que en sus inicios era un palo seco, sin instrumento) es que el acompañamiento de la guitarra es muy de rasgueo, de uso del pulgar, de sonidos muy puros. En este trailer del espectáculo De Morón a Polígono Sur, de David El Galli, puedes ver un adelanto. Y si haces clic en el enlace, un maravilloso espectáculo con, no solo seguiriyas, sino también martinetes, soleás, malagueñas…