La rumba catalana fue declarada Patrimonio Cultural Catalán en 2015. Ese año también se empezó a mover el reconocimiento de la UNESCO sin resultados. Ahora, una nueva plataforma con los hijos de Peret y El Chacho se ha propuesto conseguirlo… al fin.
La petición a la UNESCO de que nombre a la rumba catalana Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad comenzó por iniciativa ciudadana en 2015. Ocho años después, aquella asociación, que se terminó retirando, ha sido sustituida por la Plataforma por la Rumba.
Esta es una iniciativa de Rosa Pubill, la hija de Peret, Amadeu Valentí, hijo de El Chacho, Sicus Cabornell, la comunidad gitana de Cataluña, asociaciones, músicos y otros artistas.
De momento, ya está en marcha que el 24 de julio se celebre el Día Internacional de la rumba catalana. También parece que el Parlamento catalán dará el sí al plan de promoción musical que ha presentado esta plataforma. El papeleo para la UNESCO está listo y, lo único que podría quedarse para una segunda etapa, es crear un museo que albergue un archivo histórico de este género musical.
La rumba catalana y la rumba flamenca
La relación con el flamenco de este estilo sigue generando confusión. Para muchos aficionados, no está lejos de ser un palo del flamenco.
Primero apareció la rumba flamenca, que bebe de la música cubana, posiblemente, del guaguancó o la guaracha. Y esta rumba, en los barrios gitanos de la capital catalana, sumó otra influencia, el rock. Además, se introdujo una nueva manera de tocar la guitarra que se conoce como «ventilador». Consiste en rasguear y golpear la guitarra a la vez, agregando así la percusión a su función.
Sin embargo, cuando Peret le dio visibilidad y fama en los 60, su rumba se llamaba rumba. Lo de «catalana» llegaría con las aportaciones de otros artistas, que acercaron el género a la salsa y el jazz, como fue el caso de El Chacho.
¿Quién la inventó? El eterno debate
Como adelantábamos anteriormente, Peret le dio a la rumba catalana una enorme dimensión comercial. Fue el primer artista que grabó un disco de ese género, concretamente, en 1957. Una lágrima, tema de 1967, le daría fama; El Borriquito le llevó al estrellato internacional. Protagonizó varias películas y representó a España en Festival de Eurovisión con otro éxito: Canta y sé feliz. Se convirtió en el «Rey de la Rumba».
Solo había un problema. Peret aseguraba que el inventor del «ventilador» era él, pero cuentan flamencos de la época que el padre del Pescaílla ya tocaba de esa manera. Su hijo lo aprendió de él para animar las juergas flamencas de la época.
Fuera como fuese, decidieron seguir siendo amigos, que lo eran y bastante, que llevar este asunto a otro nivel. A ellos les hubiera gustado saber que la rumba catalana puede convertirse en un bien universal.
Peret: Yo soy la Rumba
El documental es un retrato íntimo y a la vez un homenaje a Pere Subirà Calaf, Peret. Con la complicidad de sus nietos y de amigos como el Petitet, Justo Molinero e incluso su sastre favorito del barrio de Sant Antoni, el documental relata muy de cerca la «vida de película» de Peret a base de charlas caseras, sobremesas en el bar utilizando material de archivo y dramatizaciones ‘No te lo puedes perder!