Joaquín Amador fallecía repentinamente en su casa de Sevilla mientras ensayaba con su guitarra. Era el esposo de la bailaora Manuela Carrasco, a la que dedicó la última etapa de su carrera.
La muerte de este gran guitarrista de estirpe flamenca ha sumado a la familia en una gran tristeza nuevamente tras la muerte de su hermana, la cantaora apodada «La Susi», en 2020.
Joaquín era hijo del también guitarrista José María Amador y es un artista de gran prestigio en el mundo del flamenco. Llevaba casi medio siglo junto a Manuela, a la que dedicaba su trabajo prácticamente en exclusiva.
Los pésames y las palabras de apoyo a su esposa y a su familia y amigos no se han hecho esperar. El consejero andaluz de Turismo, Arturo Bernal, escribía en Twitter: «Joaquín Amador ha muerto abrazado al instrumento que le ha acompañado durante toda la vida. Descanse en paz este excepcional guitarrista. Mi más sentido pésame a su viuda, Manuela Carrasco, familiares y amigos. Una gran pérdida para el flamenco».
La Bienal de Flamenco se sumaba en esta misma red social: «Su toque, además de acompañar el baile de Manuela Carrasco, forma parte de la historia viva de la Bienal». También publicaba unas bellas palabras la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Universitarias (Fakali): «Amador era un prestigioso guitarrista siempre al lado de su esposa, se nos ha ido un artista excepcional como toda su familia».
Miguel Poveda publicaba: «Mi cariño a toda la familia Amador/Carrasco por la pérdida repentina del guitarrista y marido de la gran Manuela Carrasco, Joaquín Amador. (…) Descanse en Paz».