Aparecieron antes en la música clásica que en el flamenco, pero en cuanto llegaron al arte andaluz, unieron sus caminos. Hoy, las castañuelas son patrimonio español. Repasamos su origen, cómo se usan y las figuras que les han dado fama.
1 Es un instrumento con «sexo»
Las castañuelas son dos piezas, en realidad. Conforman un instrumento de percusión compuesto de dos partes contrapuestas, la exterior, convexa y, la interior, cóncava. Una castañuela ofrece el sonido más agudo (hembra) y, la otra, el sonido más grave (macho).
Estos instrumentos suelen estar hechos de diferentes tipos de madera. Se usa la del cerezo, el boj, granadillo, palosanto, nogal, castaño… Pero las más demandadas por las figuras de la danza son las fabricadas con madera de jinjolero. Hay que tener en cuenta que las castañuelas tienen un sonido u otro, no solo por quien las toca, sino según la variedad de madera. Sin embargo, debido a que son frágiles y muy sensibles al calor y la humedad cuando son de madera, el papel prensado y la fibra de vidrio son los materiales más comunes actualmente.
2 Su origen es tan antiguo como la Humanidad
Casi todos los historiadores creen que las castañuelas tienen, como mínimo, 3.000 años de antigüedad. En Egipto se han encontrado castañuelas prehistóricas, como esta de la imagen que conserva el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
La castañuela (o castañuelas), como la de la imagen, es el instrumento de percusión más antiguo recuperado en el país del Nilo, donde se usaron como protección mágica o en festivales religiosos. Normalmente, estaban fabricadas a partir de dos placas de madera, marfil o hueso y tenían forma recta o curvada. Siempre se tocaban de dos en dos, percutiendo una contra otra con ambas manos, o atadas entre sí y tocadas con una sola mano.
3 Fueron los fenicios los que las expandieron
Se considera que fueron los fenicios, hace unos 1.000 años, los que expandieron las castañuelas por el arco mediterráneo. Como los fenicios eran un pueblo dedicado al comercio, este instrumento acabó conociéndose en España, Croacia, Grecia o Italia.
Los íberos las tomaron de los fenicios y cada pueblo español las adaptó a su modo. En la Edad Media, se había extendido su uso por casi toda la geografía española como parte de bailes folclóricos. La jota aragonesa o muchas danzas asturianas siguen basándose en el toque de castañuelas.
En cada zona o región se fabrican de un tamaño especial o se usan también de manera específica. Además, las hay de mano (de las que hablamos en el caso del flamenco), de mesa (en las orquestas sinfónicas), con mango, entre otros tipos.
4 Cómo se colocan ahora y cómo se tocaban antes
La forma académica de colocación suele ser en el dedo pulgar (las dos pasadas del cordón) de cada mano, con sujeción en la primera pasada en la primera falange, y sujeción en la segunda falange para el segundo paso de cordón, lo que permite que el ribeteo sea más virtuoso con la percusión de los cuatro dedos restantes.
En el caso de las personas diestras, la castañuela de la mano derecha (la hembra) se toca con los dedos: meñique y anular, corazón e índice. La de la mano izquierda (macho) hay que presionarla con los dedos corazón y anular al mismo tiempo, marcando el compás.
Pero no siempre se han colocado así. No fue hasta la aparición de las orejas, a finales del siglo XVIII, cuando las castañuelas se fijarán en el pulgar, porque antes se ponían en el dedo mayor (forma habitual para bailar la jota) o sujeta por una cuerda o cabo a los tres dedos de la mano, o cogida ya de la mano, como para los crótalos.
Al estar sujeta al pulgar, se tienen los cuatro dedos restantes de la mano con los que poder tocar y sacar mayores connotaciones.
5 Los 6 toques básicos
Toque RI
RI se puede considerar el paso inicial. Se usa la castañuela hembra mediante cuatro golpes con los dedos meñique, anular, corazón e índice, sucesivamente. Hay que hacerlo en un solo tiempo.
Toque A
El toque A se lleva a cabo con la castañuela macho, una vez realizado el toque RI. Para ello, usar los dedos anular y corazón simultáneamente y golpear el instrumento con mayor fuerza.
El ritmo RI-A se produce en dos tiempos, aunque también es posible comenzar con el toque A y que la composición se produzca en tres tiempos (A-RI-A).
Toque PI
Repetimos el golpe con los dedos anular y corazón, aunque esta vez con la castañuela hembra. Ya tendríamos los ritmos RI-A-PI o A-RI-A-PI-A.
Toque TA
Para seguir evolucionando, combina ambas castañuelas. Los 6 toques de castañuelas cuentan con peculiaridades, como que el toque TA se produce cuando tocamos el A y el PI juntos. La sucesión de estos cuatro toques anteriores dan como resultado el famoso ritmo RI-A-PI-TA. Otra posible combinación es A-RI-A-TA, típico de la jota.
Toque PAM o CHI
Solo hay que chocar ambas castañuelas. Muy sencillo, aunque también requiere práctica.
Toque PAN
En el PAN, ambas castañuelas se tocan simultáneamente, mediante el palmeo con los dedos meñique, anular y corazón.
6 Los clásicos las introducen en la música
Primero no fue el flamenco quién las utilizó para sus actuaciones. Grandes bailarinas del Ballet Romantique, como Maria Taglioni, Fanny Cerrito, Lucile Graham tocarían las castañuelas a la par de sus bailes.
El alemán Richard Wagner las usó en Venusberg, durante una interpretación de su ópera Tannhauser. Bocherini, compositor y violonchelista italiano, ya viviendo en España. compuso en 1798 el quinteto nª 4 en Re mayor titulado «Fandango». Las castañuelas eran las protagonistas.
Santiago de Murcia, compositor y guitarrista de finales del XVII y principios del XVIII, metía castañuelas en sus jácaras o fandangos satíricos. Aunque su fama era de músico clásico, en realidad, dejó obras folclóricas de jotas o los fandangos mencionados.
7 La Escuela Bolera las adopta
Todo indica que fueron bailarinas gaditanas las que popularizaron el uso de las castañuelas en Andalucía, donde habitualmente se les llama «palillos».
Fue la Escuela Bolera la que se enamoró de este instrumento como la percusión perfecta para sus bailes. Los bailes boleros utilizaban música popular con estructura de seguidillas y los bailarines acentuaban el ritmo de la música tocando las castañuelas. Esa es una de las mayores complicaciones de estos bailes, que combinan pasos muy rápidos para las piernas con toques muy difíciles de castañuelas.
Invocación es una coreografía de nueva creación firmada por Rubén Olmo. Además de ser una de las escasas composiciones recientes de este estilo, es un homenaje a los grandes maestros que han marcado la línea a seguir en la Escuela Bolera, desde Ángel Pericet a Mariemma o Antonio el Bailarín. Actualiza la esencia de la escuela bolera tradicional, uno de los estilos más característicos, complejos y únicos de la danza, caracterizado por el uso de castañuelas.
8 La Escuela Estilizada las actualiza
Vicente Escudero, representante de la Escuela Estilizada de baile, introduce las castañuelas de materiales que no eran la madera al baile flamenco. Inspirado por La Argentina, su pareja de actuación, probó con hierro, bronce y aluminio.
Antonia Mercé (La Argentina) abriría el camino a todos los amantes de la castañuela, que prosiguieron la búsqueda hasta dar con su forma y técnica definitivas, como la carretilla seguida. Luego vendría Pilar López, hermana de Encarnación López (La Argentinita), quien descubriría la media carretilla llegada de una gira por Estados Unidos.
Antonio Najarro es uno de los más importantes bailaores y tocaores de castañuelas de esta escuela en la actualidad.
Comenzó este bailarín, director y coreógrafo su carrera profesional a los quince años. Y algunas de las más consolidadas compañías de clásico español le han visto bailar. El Ballet Teatro Español de Rafael Aguilar fue la primera. El Ballet Antología, el Ballet Teatro Lírico de la Zarzuela, la compañía de Antonio Márquez, José Antonio y los Ballets Españoles y el Ballet Nacional de España, vinieron después. En este último, de 2011 a 2019, fue también director.
En 2002 crea su propia Compañía Antonio Najarro, para la que ha coreografiado producciones como Jazzing Flamenco (2008) y Suite Sevilla (2011). Es, asimismo, habitual creador de piezas para grandes figuras del patinaje artístico sobre hielo. Es el caso de la del español Javier Fernández con la coreografía Malagueña de Ernesto Lecuona.
9 Para las castañuelos, palos alegres
Se pueden interpretar soleás a ritmos de castañuelas, pero, sin duda, la familia de los fandangos o las seguiriyas son palos más adecuados a sus sonidos, al igual que las bulerías o las sevillanas.
10 Mujeres que marcan y han marcado escuela
Emma Malera (1919-2017), bailarina y coreógrafa de danza española, especialmente conocida por su faceta como concertista y profesora de castañuelas, ideó un método de estudio considerado el mejor del mundo. Es el Método Maleras para Castañuelas.
Se puede destacar también a Inma González, que está titulada con Matrícula de Honor por el Método Maleras para Castañuelas. Inma es una reconocida concertista internacional y profesora de castañuelas de las más prestigiosas escuelas de música y danza (José de la Vega en Barcelona, Pastora Martos en Sant Cugat del Vallés y Amor de Dios, en Madrid, entre otras), además de impartir clases magistrales presenciales y on line por todo el mundo.
Lucero Tena ha marcado un estilo personal inconfundible a su interpretación de las castañuelas, y
ella misma se ha distinguido por su promoción y la incorporación de este instrumento en las grandes salas como instrumento solista de obras de concierto en todo el mundo, clásico y flamenco.
Lucero Tena. Castañuelas
Lucero ha actuado como solista en salas de conciertos alrededor de los cinco continentes, con directores como Loren Maazel, Mstislazv Rostropovich, Peter Guth, García Navarro y Adrian Leaper, entre otros. Y ha sido solista de orquestas de prestigio, como la Filarmónica de Israel, Orquesta Sinfónica de Hamburgo, Orquesta Filarmónica de Londres, Orquesta Nacional de España o en la Philarmonie de Berlin dirigida por Plácido Domingo (2016).
11 Las castañuelas y la pasión alemana
Fuera de España, existe una asociación sin ánimo de lucro que desde 1990 se ha fijado el objetivo de dar a conocer las castañuelas al público y ofrecer un foro común para aficionados y profesionales. Se fundó en Colonia (Alemania) y su nombre es IGkK, Internationale Gesellschaft für künstlerisches Kastagnettenspiel. Su mentor y cofundador es José de Udaeta, fallecido en 2009.
Este bailarín barcelonés comenzó estudiando danza clásica en Barcelona con Juan Magriñá, y española, en Madrid, con Francisca González La Quica y Regla Ortega. Juan Sánchez El Estampío le enseñó técnica flamenca y con los hermanos Pericet se adentró en la Escuela Bolera. Durante veintidós años, José de Udaeta formó pareja de baile con la bailarina suiza Susanne Audéoud. Y bajo el nombre artístico de Susana y José, tuvieron una trayectoria internacional que les llevó por medio mundo. Su figura es muy relevante como tocador de castañuelas, maestro de este instrumento y autor de dos libros -“Flamenco” (1965) y “La castañuela española” (1985)- imprescindibles.
A raíz de su concierto en el Lieder Hall de Stuttgart en 1976, José de Udaeta impone las castañuelas en las orquestas ccomo la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Herbert Von Karajan, el Rokoko Theater de Stockholmo, el Grupo de Percusiones de Strasburgo,… Acompaña también a la soprano Montserrat Caballé en la Scala de Milán, en el Carneghie Hall de Nueva York, en el Covent Garden de Londres y en el Théâtre des Champs Elysées de Paris.
12 Solo para las castañuelas
Un nombre importante entre las solistas de castañuelas es Teresa Laiz, entre otras razones, porque dirige el Festival Internacional de Castañuelas (F.I.C.). Este certamen es el primer y único festival que existe en el mundo con carácter regular y exclusivamente dedicado a las castañuelas en todas sus facetas: jazz, flamenco, claqué, oriental o clásica, entre otros estilos.