Bodegas Alfaro es la más flamenca de las tabernas con solera del centro de Madrid. En su barra de zinc se han sentado a tapear Rancapino, Chocolate y El Torta.

Bodegas Alfaro

El barrio de Lavapiés ha sido durante décadas zona caló de la capital española y, en general, un barrio multicultural, quizá el más ecléctico de Madrid. A finales de los 80 y hasta finales de los 90, era la zona de parada y fonda de los flamencos. Locales como el Candela o la desaparecida Casa Patas acogían a Camarón, Paco de Lucía, José Menese, Enrique Morente o los Carmona cuando empezaba a caer la noche.

El día, en cambio, era para lugares de tapeo, vermú o cervecita. Bodegas Alfaro era la taberna preferida de la mayoría de ellos para esos menesteres. La razón, básicamente, es que el local sonaba constantemente a flamenco jerezano. 

Bodegas Alfaro y la movida flamenca

Esta taberna centenaria, fundada por la familia Alfaro a principios del siglo XX sobre un negocio de venta de vino a granel, está regentada ahora por Ángel Rodríguez y sus hijos. Él mismo era cliente asiduo de la taberna y, cuando le dijeron que iban a cerrarla, se unió con otro par de clientes más y, en 1997, Bodegas Alfaro pasó a sus manos.

Ángel, oriundo de Jerez de la Frontera, vivía el flamenco con muchísima pasión. Una afición de la que se empapó el local, donde el buen flamenco sonaba continuamente y las paredes se llenaban de fotos tomadas en los espectáculos. Era un dulce momento para el flamenco en Madrid, con peñas muy activas (como la de El Duende o El Chaquetón) y constantes conciertos, festivales y conferencias.

Ángel procuraba ir a todo y, claro, hizo buenas amistades en el entorno flamenco. De una manera natural, esa antigua bodega se convirtió en la «casa» para artistas como Rubichi, El Agujetas, El Torta, Chocolate, El Capullo, Rancapino o Chaquetón. Y esa tradición continúa a día de hoy.  

Bodegas Alfaro

Bodegas Alfaro

Bodegas Alfaro

Bodegas Alfaro

La estrella es el salmorejo

En Alfaro se puede disfrutar de platos como la melva con pimientos, el solomillo en aceite, la sardina ahumada, chacinas ibéricas, queso manchego, boquerones en vinagre, su reconocido salmorejo… y en cuanto a bebidas, no falta la cerveza de barril, el vermut y vinos de Jerez o Sanlúcar.  Los secretos del salmorejo los aprendió Ángel haciendo escala en Córdoba en sus muchos viajes a Cádiz. Deja caer que el éxito de su receta tiene que ver con usar un magnífico AOVE..  

Bodegas Alfaro
Calle del Ave María, 10.
28012 Madrid