Ha resistido la crisis de los tablaos en los 80 y la falta de clientes durante la pandemia. Hablamos de El Corral de la Morería, el tablao más famoso del planeta y el único con Estrella Michelin, el premio de gastronomía más importante del mundo.
Un hijo de empresarios hosteleros y gran aficionado al flamenco, Manuel del Rey, inauguró El Corral de la Morería un 25 de mayo de 1956. El local estaba (y sigue estando) en la calle Morería, 17, en uno de los barrios más castizos de Madrid.
Aunque en muchos lugares se puede leer o escuchar que es el más antiguo de la capital española, no es así. En Madrid, si nos fijamos en los que aún perviven decenas de años después, el de más solera es el Tablao 1911, antes llamado Villa Rosa.
Pero lo que sí puede decirse del Corral de la Morería es que no hay otro que le gane a fama mundial. El New York Times lo menciona constantemente. En mayo de este año, publicó que este lugar es la primera visita que todo turista debe hacer nada más aterrizar en Madrid. Ni el Museo del Prado ni el Palacio de Oriente.
(Aquí, el artículo del New York Times de mayo de 2023).
El mismo periódico estadounidense puso al Corral en la lista de los “1000 sitios que tienes que ver antes de morir”.
En España, el Festival del Cante de las Minas le ha nombrado «el mejor tablao del mundo» y, en 2022, fue reconocido como el «mejor restaurante del año».
Podemos recordar con mucha tristeza el cierre de un emblema del flamenco en Madrid, Casa Patas, que tras 30 años siendo también restaurante y tablao (de lo mejorcito), no pudo aguantar la crisis por la pandemia. ¿Acaso este espacio de la calle Morería tiene un duende especial? Vamos a descubrirlo…
Pastora Imperio evitó su cierre
Sí, El Corral de la Morería no empezó boyante. Lo más urgente tras adquirir el «corral» por parte de Manuel fue el convertir aquel auténtico corral de vacas, en un tablao dedicado al buen flamenco. De ello se encargó un arquitecto italiano.
Después, llegó la decoración. Toques árabes, muebles castellanos y detalles de forja le dieron un estilo propio, no tan típico de lo que se esperaría de un tablao. Ese estilo sigue protagonizando este negocio en la actualidad.
Finalmente, para la inauguración de ese mayo del 56, Manuel puso toda la carne en el asador. Contrató a Porrinas de Badajoz, Salvador El Chaqueta y La Chunga, entre otras figuras del flamenco de gran fama en ese momento. Como estrella, Pastora Imperio.
Pastora acabaría siendo fundamental en estos principios en los que Manuel invirtió más de lo que ingresaba. Del Rey pidió a esa gran mujer con fama de generosa que le ayudara moviendo contactos y con alguna actuación. La bailaora estaba retirada, pero lo hizo. Ella también estaba al frente de un tablao, El Duende, y sabía de las dificultades del negocio.
De todos los artistas que pasaron por el tablao, hubo una bailaora especial, la que robó el corazón de Manuel Rey.
Blanca Ávila Moreno, La Platera, debutó en el Corral de la Morería en 1964. Al poco tiempo, Manuel y ella se casaron y Blanca pasó a ser Blanca del Rey.
No era, no es, una bailaora cualquiera. También coreógrafa, su original «soleá del mantón» es toda una aportación al arte flamenco.
Todos pasaron por el Corral de la Morería
Y esas dificultades eran mayores en el caso de El Corral de la Morería, porque Manuel siempre apostó por artistas de altísimo nivel (también por nuevos talentos). Esa apuesta fue clave para su éxito. Hasta los artistas estrella de otros tablaos acudían al suyo para ver quién salía al escenario.
Así que este tablao se convirtió en tiempo récord en el epicentro de una etapa dorada del flamenco. Antonio Gades, Chocolate, Fosforito, Mario Maya, La Cañeta, Serranito y miembros de la familia Habichuela, entre otros muchos, trabajaron largo tiempo o actuaron en El Corral.
María Albaicín, El Güito, Fernanda y Bernarda Utrera, Manuela Vargas, Lucero Tena, Isabel Pantoja, Lola Greco, Javier Barón, Diego el Cigala, José Mercé, Antonio Canales… El listado de artistas que han nacido o han pasado por sus tablas es enorme.
La presentación oficial de Entre dos aguas, de Paco de Lucía, fue en Corral de la Morería; las noches de las vacaciones de Sabicas en la capital durante los años 80 las pasaba en la «casa» de Manuel Rey.
La aportación de este local al flamenco no quedó ahí. Se considera fundamental para entender esa época del flamenco la grabación de 1960 en el mismo tablao llamada Una noche en El Corral de la Morería.
Manuel Rey inventa el tablao gastro
En lo de traerse a los mejores artistas había mucha competencia. Zambra (abierto en 1954) fue el primer tablao moderno en aparecer en Madrid. Mencionarlo era hablar de un templo del flamenco puro. Su prestigio era enorme y el tablao de Manuel Rey tenía en él a su mayor competidor.
De los 60 es Torres Bermejas, donde Camarón de la Isla estaría más de una década, el único cantaor que conseguía un lleno cada noche.
El Duende (el que se ha mencionado anteriormente que estaba en manos de Pastora Imperio) y Las Cuevas de Nemesio serían otros tablaos coetáneos. Como Los Canasteros, del mismísimo Manolo Caracol.
Pero las cartas de El Corral de la Morería eran más valiosas: Del Rey se inventó lo de cenar al estilo de un restaurante mientras se disfrutaba del espectáculo. Es decir, no un tapeo, sino una comida gourmet. No había nada similar y atrajo a numerosos famosos de la época animados por ese ambiente de glamour a la vez que de tablao.
Era casi natural este devenir del negocio hacia lo gastro. Los padres de Manuel tenían restaurantes y él mismo había probado con la exportación de paellas. Así que aplicó sus conocimientos y no le fue mal. En 2023, Corral de la Morería es el único tablao con 1 Estrella Michelin (la ganó en 2019) y 2 Soles Repsol, algo inimaginable hace solo una década.
Caviar, langosta thermidor o bullabesa eran las delicias que podían tomar los VIPs en los primeros años del tablao.
Corral de la Morería cuenta con dos espacios gastronómicos: un restaurante premium para cuatro mesas (con o sin espectáculo), y un restaurante tablao, más informal, cerca del escenario principal. El chef es David García.
Al morir el fundador del Corral de la Morería (2006), Blanca del Rey se puso al frente junto a sus dos hijos, hoy, copropietarios. Atentos a las tendencias, han ido redefiniendo su oferta para seguir siendo ese tablao de Madrid indestructible. También producen espectáculos de baile flamenco.