Descubre las interesantes curiosidades que revelan al hombre detrás del Dios del flamenco, al maestro Paco de Lucía. Desde su pasión por el fútbol a la guitarra de sus sueños, descubrimos una vida tan interesante como su propia obra.
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Aprendió a tocar desnudo y con chucherías
Antonio Sánchez, el patriarca de la familia De Lucía, era extremadamente exigente. Con Paco, adoptaba un enfoque riguroso al encerrarlo en una habitación, despojándolo de su ropa y entregándole una guitarra. No permitía que saliera hasta que Paco dominara el ejercicio asignado.
Muchas más curiosidades en «Paco de Lucía. El primer flamenco ilustrado»
Paco de Lucía no surgió como una figura prominente desde el principio. En sus años jóvenes, vivió una vida de viajes, experimentando como un aventurero. Aprovechó una pelea en un restaurante en México, para marcharse con dos helados junto a un amigo sin pagar la comida. Recorrió camerinos humildes con espejos rotos y olor a humedad, pero recordaba esa etapa como una época de juventud y libertad.
«Paco atrae enormemente a las mujeres y conecta con la gente, se sumerge en sus emociones. Su semblante serio, los ojos cerrados y su aire de misterio lo vuelven atractivo para los jóvenes. Su inteligencia es excepcional. Si bien conoce la fama, le resulta irritante. La necesita, pero le ha arrebatado la tranquilidad y la soledad. Puede tocar durante horas sin cesar, pero jamás afirmaría: ‘Hoy he tocado bien’. Encuentra placer en las cosas simples. Busca la compañía de personas sencillas, como Bartolo, un perro sin raza ni linaje, o su papagayo brasileño que entona cantes flamencos, como las canasteras» (Casilda Varela, primera esposa de Paco de Lucía, en una entrevista en 1978).
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Guitarrista autodidacta
Nunca fue a una escuela de música ni aprendió a escribir o leer partituras. Pero sí tuvo grandes maestros a lo largo de su infancia y juventud, como Niño Ricardo. José Berges fue uno de los que transcribieron su música.
Partitura de su obra más famosa, «Entre dos aguas», compuesta para rellenar un disco.
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«La Maestro»: la guitarra soñada que no pudo tocar
Junto a su amigo y habitual luthier, Antonio Morales, Paco estaba diseñando una guitarra de armonía perfecta. Murió antes de poder estrenarla en concierto, pero sí ha llegado a manos de Alejandro Sanza, Tomatito o Caetano Veloso.
«La Maestro» fue construida con maderas de abeto y jacaranda que el fallecido George Bowden guardaba para una ocasión especial desde 1956 pero no es una guitarra que se diseñara y se hiciera en un solo proceso. A ella, en homenaje a Paco de Lucía, está dedicado un documental de Javier Limón.
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Grabó una canción
En realidad, Paco de Lucía quería ser cantaor, pero era muy tímido. Sin embargo, en su disco «Luzia», dedicado a su madre recién fallecida, grabó su voz en un tema dedicado a otro ser querido, Camarón. Es una rondeña que nunca cantó en público.
Su relación con Camarón de la Isla fue histórica. Sin embargo, a partir de 1978, surgieron los problemas entre ellos.
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Pescando era feliz
Él mismo contaba que era «un gran comedor de pescado». Sería por eso que su otra pasión era la pesca. Contaba su amor por su última residencia, en México, y lo expresaba así: «Allí es donde de verdad disfruto, en Playa del Carmen, con su mar tranquilito. Voy, me alquilo una casa y me dedico a la pesca submarina. Y luego me cocino lo que he pescado y ya está. No quiero más que eso».
«A mí me gusta la pesca, la pesca submarina, pero no como deporte sino como una experiencia primaria, pescar para comer. No me salgo del agua hasta lograr la cesta del día, pero sólo agarro los pescados que me voy a comer, no más», escribió en pacodelucia.org
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El fútbol y su Real Madrid
Era habitual verle jugar con sus músicos al fútbol, lo que hacía muy bien. Integrantes del grupo Ketama o Miguel Ríos compartieron con él partidillos. En su juventud, jugó en el equipo Atlético Los Barrios y, horas antes de su muerte, estaba jugando al fútbol con su hijo. Su equipo era el Real Madrid y, uno de sus jugadores admirados, Raúl.
Paco de Lucía (de azul) con su equipo Los Barrios en 1973.
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Atacado por ser rojo
Tuvo una mala experiencia en las calles madrileñas (1976) acusado de «rojo», de ser de izquierdas. Años después, confesaría con ironía: «Dejé de ser de izquierda cuando gané mis primeros dos millones de pesetas». En realidad, hizo mucho en temas de integración, como en lo referente a la comunidad gitana. Cuando falleció, el Instituto de Cultura Gitana y el Consejo Estatal del Pueblo Gitano le dedicó estas palabras: «Siempre se sintió orgulloso de haberse criado con los gitanos con quienes ha compartido buena parte de su trayectoria musical y a quienes siempre ha admirado y respetado». Paco de Lucía diría en 1986 en la revista Puerta de Sevilla. «Son los gitanos los que más saben de flamenco».