El Ballet Nacional de España (BNE), dirigido por Rubén Olmo desde septiembre de 2019, es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó a finales de los setenta bajo el nombre de Ballet Nacional Español. Desde entonces, son varias las ocasiones en las que esta compañía ha formado parte de la programación de Veranos de la Villa, festival al que regresa en esta edición con un programa que se suma a la celebración del Año Picasso.
En Estampas flamencas, Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho han creado cuatro piezas inspiradas en el estilo, la estética y el carácter de Antonio Ruiz Soler. Estas coreografías recorren el flamenco tradicional desde sus orígenes, tanto de vestuario como musicalmente.
Hijo del alba, un solo de inspiración picassiana, interpretado por Rubén Olmo con su lenguaje dancístico personal, representa el nacimiento de una nueva vida: hombre y artista. Es la representación de sentimientos, diferencias y contradicciones de cada uno de ellos en un único personaje: el arlequín.
Y para terminar, El sombrero de tres picos, una de las obras más emblemáticas de su repertorio. Tanto la partitura de Manuel de Falla – interpretada en esta ocasión por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección musical del maestro Manuel Coves- como la coreografía de Antonio Ruiz Soler son ambas obras maestras de estilización de ritmos y danzas populares. Este montaje recupera, además, los figurines y reproduce los telones y la escenografía que Pablo Picasso realizó para el estreno en Londres en 1919 de la versión de Léonide Massine con los Ballets Russes de Serge Diaghilev.